El retrato es mi mejor modo de expresión y donde me siento más cómoda. Necesito el contacto con las personas para contar y transmitir. Es de las personas de quien saco la máxima inspiración. Se me pasan las horas volando cuando conecto con la mirada de una mujer que posa para mí, cuando me olvido hasta de la cámara y siento que estamos creando algo bello. Me apasionan las miradas, me atrapan, me enriquecen.

También hay un poder enorme en el retrato, y es la capacidad de conseguir diferentes registros para tus fotos: podemos crear tomas más artísticas, íntimas, divertidas, románticas … a veces, un simple gesto nos ayuda a conseguirlo. Ahora bien, también es muy fácil caer en el retrato plano, que no dice mucho … ¿te ha pasado alguna vez que ves un retrato que has hecho y sientes que sí, que está bien hecho pero que no te cuenta nada? A mí sí. Cada vez menos, es cierto. Y es que necesito tanto contar que observo y no me conformo.

Y a ti, ¿te pasa algo parecido?

Hoy vengo a compartirte cinco ideas sencillas para que consigas retratos potentes y que no sean “planos”. Son ideas que, obviamente, debes combinar con una buena iluminación para cada caso (en otra entrada os hablaré de esto), de crear el clima adecuado, elegir bien los colores, elementos, etc. Pero estoy segura de que con estas pautas vas a hacer grandes fotos. Vamos a verlo.

RETRATOS CON FONDO OSCURO O NEGRO
Un fondo oscuro y una luz “justa” van a ayudarte a crear un retrato íntimo y potente. La ausencia de luz ayuda a revelar sombras y resalta los detalles del rostro, creando un ambiente dramático. Los contrastes pronunciados entre la luz y la oscuridad evocan sentimientos de melancolía o intimidad.

HAZ RETRATOS SIN QUE MIREN A CÁMARA
Las miradas son un punto fuerte en tu retrato. A mí me gustan mucho las fotos donde la persona no me mira, porque me siento como robando ese momento, colándome en él. La ausencia de la mirada ayuda a que, quien ve la foto, se sumerja en la historia. Digamos que invitas a que se sienta también un observador anónimo. Además, al eliminar el contacto visual, conseguimos expresiones más naturales y auténticas. El retrato sin mirar a cámara despierta la curiosidad y la imaginación.

UTILIZA TELAS PARA ENVOLVER EL ROSTRO
Esta idea es muy sencilla de realizar y da resultados diferentes. Busca una tela que tengas por casa, a ser posible alguna suave, tipo tul o seda y juega con ella para envolver a tu “musa”. No necesitas más.

OCULTA LOS OJOS
Tapar los ojos en un retrato logra un efecto intrigante y de misterio, invita al espectador a imaginar el por qué. Se genera también sensación de introspección, como si te estuvieras colando en un momento íntimo de la persona que posa. La mirada ayuda a transmitir emociones y contar historias, pero al ocultarlos, estamos “obligando” a imaginar esa historia. También dirigimos la atención hacia otras partes del retrato, como hacia las manos o la expresión corporal.

ELIGE UN COLOR O PALETA DE COLOR ÚNICO
Elige un único color o una paleta de color monocromo y de este modo crearás una armonía y coherencia visual que dará más potencia a tu retrato. El color que elijas puede ayudar a transmitir un estado de ánimo particular. Al enfocarnos en un solo color, estamos simplificando la composición y eliminando el ruido visual, permitiendo que la atención se centre en los detalles y en el retrato.

Se me ocurren un montón de ideas más, pero poco a poco mejor. Así te doy la oportunidad de que pruebes con esto. Y, sobre todo, me encantaría que me dijeras si has puesto en práctica alguna de estas ideas alguna vez, incluso si quieres comentar y compartir más ideas. Como os comenté hace poco, quiero convertir este espacio en un lugar de aprendizaje en grupo.

Espero que te hayan ayudado e inspirado. Prueba con cada idea, mezcla; puedes hacer un retrato con fondo oscuro, todo tonos negros y sin mirar a cámara o tapándose lo ojos (mira en mis primeras fotos, justo ahí tengo algo así).

¿Te animas? ¡pues vamos a por esos retratos! Y si compartes algo en redes me puedes etiquetar y así lo veo y te comento.